Imagínense mientras camina por todo el cordón amurallado y se va acercando a una de las esquinas de la Plaza de San Diego, llega a un puesto de fritos tradicionales, y allí está, amarilla y crujiente, la Empanada de Huevo, al instante, siente cómo el dulce olor de la Carimañola aumenta cada que se acerca al lugar.
Inmediatamente se le hace agua la boca al ver en forma de media luna amarilla si es de maíz y rosada si es de trigo, una empanada de carne o de pollo. Junto a una redonda y crujiente Arepita de Anís con puntos grises, entre otros fritos cartageneros que entregan deleite al paladar.
Se suelen acompañar con suero costeño, salsa de ají con un toque de picante, salsa tomate con cebolla y cilantro picado entre otras arriesgadas combinaciones, todo está a gusto del comensal.