Situada diagonal a la iglesia de Santo Toribio, esta pequeña pero hermosa plaza con vegetación frondosa es el lugar perfecto para hacer un pare, respirar aire fresco y disfrutar noches fantásticas. Esta restaurada plaza se diferencia por su tranquilidad, característica que permite admirar de manera más detallada su complejo arquitectónico, sus pintorescos balcones y casas adornandas con plantas ornamentales.
Rodeado de buenas y variadas opciones gastronómicas; cafés, hoteles boutique, pizzerías, restaurantes con diversas temáticas –parrilla, gourmet, gallery bar- y hasta un curioso museo de cacao y chocolate son los lugares que allí se encuentran, prestos para complacer los más exigentes paladares.
Disfrutar en familia o con amigos de una deliciosa pizza o un rico sándwich; un delicioso almuerzo o una exquisita cena; dar un tour y conocer la elaboración de manera artesanal del chocolate, degustar de este producto en todas sus presentaciones, podría ser parte del recorrido que esta plaza tiene para usted. Los turistas a la luz de las velas pasan tardes y noches románticas en este ambiente tranquilo.
Cenan y departen mientras aprecian las monumentales edificaciones coloniales. La Iglesia Santo Toribio engalana el sector.